Aparte de ser un gran atractivo turístico, la ciudadela de Aleppo es considerada como uno de los monumentos de arte islámico más importantes de Siria.



Desde lo alto de la Ciudadela se puede ver la ciudad de Aleppo.
Para poder ingresar a la ciudadela se tiene que cruzar por un puente que atraviesa un tremendo foso que rodea la construcción. Cruzamos por este puente inclinado soportado por siete arcos altos y estrechos hasta llegar a una gran puerta fortificada.





Después de varias reconstrucciones, lo único que quedó de la construcción original fue el minarete de 47 metros de alto. Desde 1090 que se mantiene en pie y está conservado en óptimas condiciones. El minarete sobrevivió dos grandes terremotos y en consecuencia quedó ligeramente inclinado como la torre de Pisa. Cuenta con seis secciones y tiene 174 escalones en perfectas condiciones lo que es sorprendente por ser tan alto y tan antiguo y ya casi tiene mil años. Lamentablemente está prohibio subir.
Dentro de la Mezquita se encuentran los restos del profeta Zacarías, rey de Israel y padre de Juan Bautista. Se dice que sus restos fueron encontrados en el siglo 11 y traidos a Aleppo para su conservación. En temporadas altas es casi imposible llegar a la camara donde se encuentra enterrado este profeta por la cantidad de gente que quiere verlo.





